Etiquetas

Amor (1) Vida (1) amor realista (1) aprender (1) cielo (1) desierto (1) madurar (1) viajes (1)

miércoles, 23 de octubre de 2013

Cosas que he aprendido ....

Hay cosas que no te pueden enseñar tus padres, ni siquiera tus abuelos, podrán decírtelas, mencionártelas pero no enseñarlas por completo, tampoco en las universidades están todas las respuestas, estamos acostumbrados a que otros nos digan qué se debe sentir, cómo se debe sentir, cómo debemos reaccionar…
He aprendido que no todo está perdido, a pesar de lo que día con día te dicen en la tele, el periódico o incluso en  platicas con amigos donde abundan las malas noticias y para neutralizarlas te inculcan un falso optimismo o lo que a mi parecer es más bien un conformismo con disfraz de optimismo. Hay que aprender a ser dueños de un optimismo de calidad…



La vida me ha enseñado que no siempre hay tiempo de asimilar, a veces uno no se puede dar su tiempo para tomar una decisión importante, hay cosas que llegan de “chingazo”, a la vida no le importa si eres lo suficientemente maduro o si estás en tu mejor momento para asimilar ese cambio drástico… es como una advertencia, una forma de informarte que estás vivo y que la vida está llena de cambios locos y ahora sí que como dice Darwin sobrevivirá el más apto. El mundo ha estado lleno de este tipo de cosas imprevistas desde su conformación, así que no nos hagamos los sufridos cuando un cambio extremo llegue a nosotros, pues eso es algo cotidiano y milenario,  afrontémoslo con dignidad y valentía seamos hábiles para tomar buenas decisiones y aprendamos a aprovechar las buenas oportunidades (no todas las oportunidades nos convienen).
La vida es la que marca la pauta de tu maduración emocional y personal, aunque en la secundaria te enseñan que a los 18 años ya eres un adulto, lamento decirte que es una mentira, tengo 23 años y apenas siento que comienzo a madurar no sólo personalmente sino que  incluso mi cuerpo, apenas termina su desarrollo, en cambio conozco chicas de 16 años que son más maduras que yo, conozco personas de 33 que todavía hacen lo que les dicen sus padres. Es nuestra propia experiencia la que nos ayuda a crecer, a sentir el miedo real, el dolor real, pero también la verdadera valentía y felicidad.

Vivimos en un mundo de múltiples opciones, millones de opciones pero si nos atenemos a vivir a través de otros, a temer lo que otros temieron, a gozar lo que otros gozaron no conoceremos más que una alternativa del millón que hay disponibles. Nos enseñan desde pequeños que el cielo es azul y si hacemos un dibujo de este siempre será de misma manera (Azul y con nubes… tal vez con un sol) pero si somos mesurados y observamos bien aprenderemos que hasta el cielo tiene muchas caras ( Igual que nosotros a lo largo de nuestro crecimiento) y lo que un día solo fue un cielo azul se convierte en un segundo en un mar de posibilidades de colores y brillos, pasando desde el gris, azul cielo, rosa, ámbar, morado, rojo, hasta el azul marino o negro estrellado, o manchado de blanco por la vía láctea.. Nosotros y la vida, somos como el cielo que cambia cada minuto bruscamente, pero  no creamos que lo oscuro es malo sólo porque así nos lo han enseñado los demás, mejor preguntémosle a los amantes qué sería de ellos sin la noche….  




No hay comentarios: